VISIÓN Y LEGADO FAMILIAR – EL DIRECCIONAMIENTO
ESTRATÉGICO DE LA EMPRESA FAMILIAR
El factor común de las empresas que han perdurado a través de los años, – en Japón hay 3.937 con mas de 200 años, en Inglaterra hay 467, en Austria hay 302 y en Colombia no hay mas de 30 -, es que han escrito la visión de la familia empresaria y han definido el tipo de organización familiar que guía las decisiones hacia futuro y lo han implementado con convicción, pasión, reglas y disciplina. Las dinastías familiares deciden si serán Empresa Familiar de Trabajo (TF) o de Gestión Familiar (GT) o de Dirección Familiar (DF) o de Inversión Familiar (IF), estableciendo por escrito la misión, valores y el legado que desean perdurar para la continuidad futura.
James Collins autor renombrado mundialmente sostenía que las empresas visionarias comparten un conjunto de valores comunes “correctos”, y se vuelven visionarias principalmente por hacer una declaración de su visión que inspire y transmita, precisamente en las empresas familiares, es una ventaja competitiva tener un propósito de trascendencia, una visión de largo plazo que permita infundir en el tránsito generacional la visión del fundador, los valores que arraigan y cohesionan a la organización empresarial y a la familiar. Con el advenimiento de los cambiantes mercados disruptivos, de la hipercompetencia, de la digitalización de los modelos de negocios, tener una poderosa e inspiradora visión, y una estructura estratégica que permita transitar empresarialmente es un reto esencial para las empresas familiares. 81% del tejido empresarial Colombiano es empresarial familiar, y menos del 13% de las empresas familiares cuenta con protocolos y acuerdos formales de familia, nótando que la sucesión generacional y patrimonial genera muchas dificultades y conflictos familiares, sobre todo cuando no se planea profesional y objetivamente.
Los estudios de los casos mas exitosos de empresas familiares en Latinomérica y el mundo, según el Consejo de Empresas Familares, se centran en haber definido un equilibrio entre familia, propiedad y empresa, en la procura de la unión familiar como valor prioritario, en tener un proceso sucesoral objetivo, planeado, profesional de liderazgo empresarial, y un proceso ordenado de legado patrimonial, además de desarrollar sistemas de innovación y adopción de tecnologías, que adapte la empresa a las condiciones cambiantes de los mercados, dirigiendo profesionalmente las empresas familiares.