De unos años para acá, se ha venido escuchando hablar por todas partes sobre la importancia de la Transformación Digital y la relevancia que esta tiene en las empresas. Arranquemos intentando definir qué es Transformación Digital, ya que hay varias definiciones en los innumerables escritos sobre el tema. La palabra Transformar viene del latín transformare y significa “cambiar de forma”. Sus componentes léxicos son: el prefijo trans– (de un lado a otro), forma (figura, imagen). Algo a destacar de su origen etimológico, es que nos indica que el objeto que se modifica, mantiene su identidad. Es en sí, él mismo. La palabra Digital en este contexto, hace referencia a dispositivos destinados a la generación, transmisión, procesamiento o almacenamiento de señales discretas y cuantizadas, señales unos y ceros de los sistemas informáticos
Si bien es cierto que nos encontramos en un momento crítico y determinante para la Industria, la denominada Revolución Industrial 4.0 es mas bien una evolución, ya que la Digitalización de las máquinas se viene presentando desde hace ya varias décadas. Lo que realmente ha evolucionado, es la cantidad de datos que genera, transmite, procesan o almacenan los dispositivos de hoy en día, la capacidad actual de interconectarlos, y más importante aún, la capacidad de poder interpretar, visualizar, estudiar, analizar los datos y tomar decisiones con base en la información resultante de dicho estudio e integración.
Esta nueva capacidad, es una herramienta de trabajo que puede llevar a un crecimiento exponencial a la Compañía que le dé un buen uso. Un crecimiento exponencial, no solo en ventas, en su Portafolio de servicios, en su negocio, en su cobertura, en sus productos, en sus procesos, en su bienestar.
La empresa que no se monte en la “ola azul” – haciendo referencia al concepto de Blue Ocean / Red Ocean de Chan Kim and Renee Mauborgne – de la Transformación Digital, quedará rezagado si tiene suerte, pero lo más seguro es que desaparezca. La oportunidad de la nueva capacidad que nos brindan las herramientas digitales de hoy en día (presencia digital, inteligencia artificial, automatización robótica de procesos, big data, etc), nos permiten que nuestro negocio se transforme, evolucione y hasta cambie.
Pero para lograr esa evolución, esa transformación, es necesario conocernos como empresa. Recordemos que según la definición de transformar, la identidad se mantiene. Para poder tener una transformación efectiva y exponencial, necesitamos saber qué vamos a transformar. Esto nos lleva primero a mirar las empresas por dentro y preguntar, cómo están nuestros procesos, cuáles son nuestras debilidades, fortalezas, cual es nuestra cultura corporativa. Conociendo nuestros procesos, podemos automatizarlos con robots virtuales, conociendo nuestras fortalezas, podemos potenciarlas exponencialmente, conociendo nuestro recurso humano, podemos capacitarlo, para que cuando se implemente estas nuevas herramientas digitales, tenga la visión de buscar más allá de los horizontes del producto/servicio que ofrece la empresa.
Por esto, cabe preguntar, la Transformación es realmente digital, o es mas bien una transformación cultural de los negocios, una oportunidad para conocernos como empresa, transformar nuestros procesos, productos y personas con estas nuevas herramientas, y lograr un crecimiento exponencial.
Fuente: bulegal.com